martes, 9 de febrero de 2010

deportiva

El partido contra Perú
Minuto 25 del primer tiempo. Desde la esquina, Macnelly Torres eleva la pelota al segundo palo del área peruana, donde Cristian Zapata la rescató luego de que ya no pudo cabecear. Forzado, entonces, cayéndose cuan largo es, alcanzó a regresar el balón al corazón de las 5,50. Allí, de espaldas al arco, paradito, Radamel Falcao García jaló la pelota que, como un ratón, corrió rápida y entre las piernas de los zagueros hasta el fondo de la red del arco norte del estadio Atanasio Girardot:¡¡¡GOOOOOOOLLL!!! Por fin, gol de la Selección Colombia en la eliminatoria, por fin. Y ese gol, con ese único gol, Colombia logró el triunfo urgente con el que sigue prendido el carbón de la esperanza en esta hoguera premundialista en la que se quema la Selección Colombia. Ese gol fue la consecuencia lógica de un dominio dictatorial de Colombia en el campo hasta ese momento: jugada al ataque, con un Camilo Zúñiga espectacular en la banda, como un viejo puntero derecho de gambeta, desborde, velocidad, pase y remate. No es retórica, es la verdad: en el campo había un solo equipo casi imperial, que ganaba en todas las zonas (otra vez estuvieron magníficos Fabián Vargas y Freddy Guarín), imponía la velocidad del juego; que llegó a tejer secuencias de hasta 25 pases seguidos...Perú, el último del torneo, el colero indiscutido de la eliminatoria suramericana, era una montonera que intentaba rechazar, quemar tiempo y que insinuaba querer un contragolpe. El espacio aquí es muy corto para, al menos, enumerar las opciones de gol y las aproximaciones al arco peruano: antes y después de su gol, Falcao García pateo tres veces, Wason Rentería lo intentó otras dos, Camilo Zúñiga se animó, Vladimir Marín tuvo un tiro libre ahí no más, a Fabián Vargas y a Freddy Guarín se les engatillaron disparos... El 1-0 con el que acabó el primer tiempo resultó muy benévolo para una selección peruana que no le pateó al portero David Ospina y que se beneficio de la falta de pegada, de golpe noqueador, de la Selección Colombia que, más allá de todo eso, ganaba, que era lo vital, lo importante. Eso precisamente, más contundencia, buscó el técnico local, Eduardo Lara, con el cambio de Wason por Rodallega al comenzar la segunda etapa del partido. Luego, Vargas pidió el cambio y lo relevó Abel Aguilar (9 minutos del segundo tiempo).El marco del partido seguía igual, con Colombia creando opciones y aproximaciones de gol que no metían Rodallega, Torres o Falcao, guiados de nuevo por la gambeta de Zúñiga. Eso sí: Perú comenzó a sacudirse y Johan Fano pateó dos veces y el guardameta David Ospina falló un puñetazo. El duelo era entre una pantera hambrienta y un burro amarrado, pero Colombia se apiadaba del rival o Butrón volaba y metía las manos. Para tratar de liquidar el partido, Pino relevó a Macnelly (21 ST), pero el segundo gol no llegaba, aunque la pelota pasó sola en la cara del Butrón, Pino perdió otra opción de frente al arco, Falcao no pescó un rebote, Rodallega remató mordido... Perú, sin embargo, se soltó y aprovechando la espalda de los centrales, porque Marín y Zúñiga no regresaban, metió miedo con Paolo Guerrero y Johan Fano, y el resultado se arriesgó. Colombia se jugó al ataque y dejó el partido servido para una sorpresa peruana en el mano a mano. Así, los últimos 10 minutos fueron de suspenso y dientes apretados para los 30.000 espectadores que, más allá de lo que bien pudo ser una goleada colombiana, terminó siendo un 1-0 sufrido, tenso, pero importantísimo para Colombia en la eliminatoria

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